16

0

Ayer te conocí.
Tu sonrisa abierta y sin culpa.
Escuchaste mi historia como un cuento extraño.
A tus 16 entendiste mi tristeza y reíste conmigo.
Esos pequeños ojos brillaban conmigo y tus rizos enmarcaban tu inocencia.
De aquellos ojos que no han sido lavados por lagrimas.
Me despedí, y al hacerlo sentí que había sido feliz por un momento.
Me alegre, sabiendo que alguien más tendrá la suerte de encontrar tu corazón.


-------------------------------------
Dame una rebanada del pan de tu alma.

Acerca del autor

No dice mucho de si mismo. Por eso escribe aqui.