De Diciembre
0Aunque la distancia nos haga un favor muy pobre, poniéndonos en extremos diferentes mirando a la misma luna, calentándonos bajo el mismo sol, el frío es triste si no estas tú y el calor no es igual si no es el tuyo.
Viven en mi memoria imágenes de nuestros días juntos, donde el frío y el calor eran nuestros compañeros, arrullándonos y uniéndonos mil veces.
Caminé por calles como las que recorríamos juntos en cada escapada, en cada pequeña vida que llegaba a nosotros cada mes o dos.
No puedo estar en una habitación sin recordar tu olor y extrañarte, sin buscar tus manos y hallar el vacío, dar la vuelta en la cama y extrañar tu espalda blanca, con tu cabello de oro deslizándose por tus hombros con esas pequeñas cicatrices que recuerdo como si las viera en este momento.
Tal vez encuentres difícil de creer que extraño tantas cosas de ti, que me haces tanta falta, que me siento como un faro que no guía a nadie y cuya luz es inútil.
Hoy camine por el malecón. Es curioso como algo que siempre tuviste ganas de hacer te parece tan insípido y sin chiste de repente. Se que mis brazos extrañan la forma de tus hombros, mis manos el largo de tus dedos y mi espalda lo suave de tu cuerpo contra el mío cuando dormimos después de hacer el amor. Ese amor que hacemos cada vez. Ese amor que reinventamos y redefinimos en cada encuentro, que cada vez se hace mas necesario y cada vez más difícil, pero siempre más profundo, siempre más importante.
A veces me la paso pensando en las palabras tristes que te digan cuanto te amo y te extraño, aquellas palabras que te hagan vibrar el corazón y que te recuerden a cada momento que no puedo ni dejo de pensar en ti, que como una cicatriz está en mi todo el tiempo tu recuerdo, que tus besos todavía me saben, que me lleno la boca de tu nombre cada que me siento triste, que saco de mi cajón de recuerdos todos tus besos y tus promesas, las cuelgo frente a mis ojos para nunca olvidar que me amas y que espero que tu también leas mis promesas de vez en cuando.
Sabes? ahora mismo llevo más de tres días con todas sus 24 horas y sus minutos pensando en que hermoso sería el poder tenerte conmigo todos esos segundos, ahora cuando todas las cosas hermosas que he visto podrían ser mejores:
- La niebla desde la ventana en la noche de navidad.
- Las olas rompiendo en la distancia en un mar tormentoso al caer la noche.
- La espuma mojándote los pies mientras ves a las pequeñas aves correr en la arena.
- Las luces del puerto parpadeando de noche.
- Sentarte en el malecón y dejar que la brisa del mar te moje la cara mientras piensas en que no importa la hora ni el clima ni los días mientras estás con quien te mira con esos ojos de cariño.
Ahora mismo, cuando casi es la media noche y todo se va quedando en silencio, yo sigo aquí escribiendo lo que espero que sea tu arrullo, lo que espero que sea tu ritual al despertar y tu oración antes de dormir:
Tu arrullo.
Desde el primer rayo de sol que me alumbra,
Hasta el primero de luna que te acaricia,
Quiero ser ese arrullo que te duerme,
El suspiro que te llena y el beso que te cierra los ojos.
Cuando tengas dudas o cuando estés triste,
Cuando necesites una palabra de aliento,
Si extrañas mis besos y no estoy cerca,
Canta tu arrullo, nuestra voz de amor.
Parte 2
Anoche pensaba en como sería estar una noche más durmiendo contigo. Tener una lucecita prendida para tu miedo a la oscuridad y despertar en medio de la noche sobresaltado. Pequeño amor, mi piel todavía te recuerda como si apenas hubiera sido ayer la última vez que dormimos juntos. Recuerdo el baño en la tina, recuerdo siempre las veces que caminamos por calles extrañas comiendo cualquier cosa en la calle.
Hace poco pasé por una calle que tú y yo visitamos. En ese momento la gente te miraba, yo me sentía feliz de estar contigo y de que vieran que estaba con alguien tan hermoso como tú.
Parte 3
Hoy vi una estrella fugaz. Dicen que si ves una puedes pedir un deseo. Mi único deseo es verte otra vez. A veces tengo miedo de que ya no tengas ganas de verme, que la distancia se haya encargado de borrarme de tu cariño y que sólo sea alguien más. Me da miedo, pero que puedo hacer, el no hablar contigo me hace imaginar muchas cosas, aunque en el momento que oigo tu voz se borran de una vez todas mis dudas? y siempre hay una cosa que me mantiene adelante: no ha habido nada ni lo habrá que te aparte de ese lugar en donde te llevo desde aquél día en que te vi por primera vez mientras caminabas hacia mí.
¿Será posible que todavía existan amores como los de las historias? ¿Morirá todavía alguien por amor?, ¿habrá dragones a los cuales matar y rescatar princesas?, más aún, ¿Habrá amores que resisten mil años y se recuerdan hasta el final?...
Si fuera así y en verdad los hay, entonces ¿me dejarás ser tu príncipe que te rescate de la torre donde te esconden?
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Dame una rebanada del pan de tu alma.
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