Ando furtivo,
cual vecina cochina,
cual mapache citadino,
como delincuente nocturno.

En busca del spot,
del lugar idoneo,
del espacio correcto,
del lote baldio.

Para tirar mi carga,
deshechar mi fardo,
mi caja de pandora,
mi baul de los recuerdos.

El rincon del alma,
la esquina de mi mente,
ese hueco abandonado,
ese confin remoto.

Lugares que ya no visite,
personas que abandone,
ideas que sepulte,
partes de mi que descarte.

Lo hare sin que me vean,
para que nadie reclame,
que nadie lo sepa,
y que no lo recuerde.

Tal vez no me haga falta,
tal vez vuelva por el,
quizas si, quizas no,
tal vez ya no lo encuentre.

El gato muerto de mis ideas olvidadas,
tirado en ese lote vacio, lleno de abrojos,
donde se pudre sin que nadie le ponga atencion,
que solo las moscas del abandono frecuentan.

Quien sabe si sea mejor asi, tirado, muerto, a la vista y tan secreto,
los ninos lo apedrean y lo pican con palos de curiosidad,
me pregunto si dolera ese pedazo de alma muerta,
si no hay nadie escuchando, el llanto tiene sonido?

Espero reponerme de esta cirugia, de esta extraccion del apendice de mis pensamientos,
despues de todo, no hacia nada mas que doler,
espero no lo encuentren, que no lo molesten,
muerto esta, ojala asi se quede...

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Dame una rebanada del pan de tu alma.